lunes, 26 de octubre de 2015

7 cosas que como católico no deberías hacer pero te vale madre


Cuando uno es un niño creces yendo al casticismo, confesándose y yendo a la iglesia, aprendemos fielmente a seguir las indicaciones del sacerdote y a esperar redención a cambio de ese sacrificio. Pero mientras vas creciendo y te enfrentas a la vida, te das cuenta de que muchos de los más grandes placeres de este mundo están en contra de las cosas que te dice el Padre. Todos nos damos golpes de pecho, pero para la hora de la “pecadera” todos se apuntan. 


Si te sientes exento de eso y crees que ya tienes tu boleto ganado al cielo, aquí están las cosas que todo católico hace pero que están en contra de lo que dice la iglesia:

1.- Lujuria

¿Quién no ha pecado de esto?. Vivimos en un mundo donde lo carnal está a la orden del día. En la televisión, el internet, las películas, absolutamente todo gira en relación a eso. No hay nadie que no haya pecado, por lo menos en la mente. En tiempos antiguos la “autosatisfacción” era considerada un pecado muy malo, así que la gran mayoría de los adolescentes del mundo han pecado. 

También recientemente muchísimos padres y sacerdotes se han vuelto involucrados en escándalos de esta índole, así que nadie está exento.

2.- Gula

¿Quién no ha comido como un cochi en algún buffet?. Vivimos en un mundo de abundancia y la comida es uno de los más poderosos símbolos de esto. Todos nos comemos una pizza de más cuando ya estamos bien llenos, todos nos servimos doble, cuando está deliciosa la comida. Aunque esta actitud es un pecado, incluso los mismos padres la practican, si no, no hubiera sacerdotes gordos. 

3.- Avaricia / Codicia

Querer un mejor auto, mejor ropa, anhelar cosas materiales. Estas son algunas de las cosas que prohibe la iglesia, sin embargo ¿por qué razón es la iglesia una de las instituciones más ricas y poderosas del mundo? ¿porque razón el Vaticano tiene salones enteros de oro?. Si ellos mismos son una incongruencia, porque habríamos nosotros de culmplir con sus caprichos. 

Si trabajamos duro para eso, merecemos comprar y desear lo que queramos. 

4.- Pereza


Aunque estamos muy de acuerdo con que la pereza es el peor de todos los males de la juventud. Los sacerdotes no son el mejor ejemplo de trabajo duro, así que no esta padre escuchar de esfuerzo y sacrificio de un fulano que solo trabaja 3 horas al día, hablando. 

5.- Ira

¿Cómo pueden prohibirte a ira?. Ira ante las injusticias, ante el mundo bizarro, ante los villanos, los dictadores, ante la pobreza. La ira puede ser un motor para el cambio, para usar la fuerza, por eso es lógico que los antiguos católicos que pretendían controlar al pueblo por medio de estas normas, no les permitían enojarse, pues sin ira es imposible una revolución.

Obviamente mediante todo esto nos tenían controlados. Las personas de la antigüedad, con menos pensamiento crítico, nunca se atreverían a pecar con tal de que les garantizarán su estadía en el cielo. 

6.- Envidia

Al desear lo de alguien más, pueden pasar dos cosas: puedes enojarte o puedes esforzarte. Cada quién escoge su camino, cada quien escoge cómo asimila lo que siente. Obviamente a la iglesia no le parecía que las personas desearan más, ellos querían que se conformarán con lo que les había tocado y así todo el mundo calladito y más bonito. 

7.- Pereza

Este si es un pecado, pues se refiere a la pereza del alma y esta es imperdonable. Cuando a uno se le robotiza el alma tiende a perder todo significado y esto es lo peor que le puede pasar al hombre. Lamentablemente vivimos en un mundo de almas robots, donde lo único que vale es lo material y el poder adquisitivo, el amor y los valores universales no son lo que más importa. Aquel que no entienda su destino ni cuál es la razón de su vida, estará condenado a ser uno más del montón. 

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