Más allá de las posibilidades educativas, es clave saber cuándo está abusando para actuar a tiempo.
“Si percibe a su hijo irritable,
malhumorado o agresivo una vez se le restringe el computador, la tableta
o el celular; si hace pataleta, y no quiere hacer tareas, ni jugar con
sus amigos, y perdió el gusto por comer o dormir, tenga cuidado porque
estos son algunos de los síntomas de una posible adicción de los niños
hacia la tecnología”, afirmó Liliana Patricia Betancourt, psiquiatra de
niños y de adolescentes, coordinadora de salud mental del Instituto de
Ortopedia Infantil Roosevelt.
En este punto, muchos padres se
preguntan hasta dónde dejar que los niños de la ‘era digital’ se
involucren con las nuevas TIC, o en qué punto parar. Aún más, ¿se puede decir que un niño en edad preescolar, entre los 3 y los 5 años, es adicto a la tecnología?
Ante esto, el consultor en tecnología
educativa y autor del libro Docentes e-competentes, buenas prácticas
educativas mediadas por las TIC, Nelson Cubides, dice que “la tecnología
es nociva cuando reduce el día a día del niño; en otras palabras, el
pequeño no se despega de esta y desarrolla el síndrome de abstinencia,
es decir, se encuentra en un estado anímico irritable y pierde el
autocontrol cuando lo alejan de los dispositivos”.
“El problema es que los aparatos
tecnológicos se han convertido en una extensión del ‘chupo de
entretención’ y ayudan a los padres y a cuidadores a continuar con sus
actividades diarias, mientras su hijo permanece quieto y callado. La
cuestión es que es una situación que podría pasarles factura cuando el
niño llegue a la etapa escolar y su posterior adolescencia”, aseguró Rodrigo Riaño, psicólogo especialista en neurociencia del Politécnico Grancolombiano.
Es claro que no se deben satanizar los
dispositivos electrónicos en el preescolar, puesto que estos niños son
nativos digitales, y en gran parte su vida está determinada por la
tecnología, pero sí es necesario un acompañamiento que ayude a construir
un significado positivo alrededor de estos elementos.
Pautas de manejo
Para Riaño, la primera infancia es un
periodo sensible para el aprendizaje, ya que están abiertas las ventanas
para que el niño desarrolle habilidades de lenguaje, atención, memoria,
entre otras. Adicionalmente, es una etapa en donde el niño aprende gran
parte de las pautas de conducta que guiarán su comportamiento para el
resto de su vida.
Según Leonardo García, psicólogo especialista en psicología clínica de la Universidad El Bosque, “los adultos deben ser un modelo positivo para que tengan la autoridad suficiente a la hora de reprender a sus hijos”,
pues es recurrente ver que en restaurantes o centros comerciales, los
adultos no hablan y perdieron contacto con los miembros de la familia
por estar inmersos en sus dispositivos.
De acuerdo con los especialistas, una
forma es fijar pautas, horarios y, en lo posible, estar presentes
mientras los niños navegan en la red o usan los dispositivos.
Lo segundo es darles a conocer esas
ventajas y nuevas oportunidades que brinda la tecnología para aprender,
conocer, explorar, es decir, como herramienta pedagógica, pues son los
padres los encargados de dar ciertas directrices frente al uso de los
dispositivos.
Visto así, si se deja que el niño crezca
pensando que los dispositivos tecnológicos son únicamente para
entretenerse, y no los ven como una herramienta de aprendizaje, entonces
se estará abriendo otra posibilidad para la adicción, puesto que la
asociación entre el objeto y el placer que este produce en el cerebro
son el fundamento de una dependencia.
Actividades estratégicas
Como de prevenir se trata, procure
orientar a sus hijos en la realización de otras actividades que inviten a
compartir en familia, como hacer deporte al aire libre, viajar y jugar.
También puede innovar con jornadas de música, canto, baile, pintura y
lectura, divertidas formas de capturar la atención de los pequeños.
Controlar es la clave
1. Lo primero es que los padres dialoguen sobre cómo abordar el tema para no desautorizarse entre sí.
2. Comunicar los pasos por seguir con los cuidadores.
3. Hablar con el niño sobre los pros y los contras de los aparatos tecnológicos.
4. Delimitar tiempo de uso de la tecnología, con la aplicación de normas y límites, respetando las actividades de su funcionamiento diario básico.
5. Fomentar el uso de tecnologías en grupo y no de manera solitaria; de preferencia, que el uso de estas tecnologías sea más de tipo educativo.
6. Negociar el uso de tecnología con salidas y juego al aire libre. También, incluir y estimular la creación de juegos construidos o creados por sí mismos.
7. Si no se obtienen cambios en el niño, buscar ayuda de un experto en pautas de crianza y psicología infantil.
2. Comunicar los pasos por seguir con los cuidadores.
3. Hablar con el niño sobre los pros y los contras de los aparatos tecnológicos.
4. Delimitar tiempo de uso de la tecnología, con la aplicación de normas y límites, respetando las actividades de su funcionamiento diario básico.
5. Fomentar el uso de tecnologías en grupo y no de manera solitaria; de preferencia, que el uso de estas tecnologías sea más de tipo educativo.
6. Negociar el uso de tecnología con salidas y juego al aire libre. También, incluir y estimular la creación de juegos construidos o creados por sí mismos.
7. Si no se obtienen cambios en el niño, buscar ayuda de un experto en pautas de crianza y psicología infantil.
Tiempo de exposición
Según investigaciones, los tiempos apropiados según la edad del niño:
* 0 a 3 años: puede estar expuesto a los aparatos 15 minutos diarios; con juegos simples o viendo programas acordes con su edad.
* 3 a 7 años: pueden estar máximo 40 minutos al día con la tableta, el celular o el computador. En este momento, el padre es el dueño del aparato electrónico.
* De 7 a 13 años, el aparato puede ser del niño. Sin embargo, puede permanecer conectado máximo 90 minutos. La clave, más que controlar el tiempo, es mostrar nuevas utilidades. Está demostrado que la tecnología despierta mayor interés de los niños hacia las diferentes asignaturas.
* 3 a 7 años: pueden estar máximo 40 minutos al día con la tableta, el celular o el computador. En este momento, el padre es el dueño del aparato electrónico.
* De 7 a 13 años, el aparato puede ser del niño. Sin embargo, puede permanecer conectado máximo 90 minutos. La clave, más que controlar el tiempo, es mostrar nuevas utilidades. Está demostrado que la tecnología despierta mayor interés de los niños hacia las diferentes asignaturas.
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