Te vas a reír porque seguramente están, en este preciso momento, pasando por tu cabeza una gran cantidad de cosas que ni tú creías que podías soportar o hacer, pero en la temperatura alta del cuerpo, las hiciste como si fuera lo más normal del mundo. La verdad es que nada nos importa con tal de seguir haciendo una de las mejores cosas que podemos hacer en nuestras vidas… Ponerle contra el duro…
1. No hay ascos
Durante la acción, no puede pasar absolutamente nada que te dé ganas de pararlo todo e irte a limpiar o a bañar. Pasas y perdonas todo sin problema, hasta lo que pensaste que era imposible que hicieras.
2. El cerebro se pone loco
Has de cuenta que el cerebro es una película de Disney y que la última escena donde todo es una fiesta y hay cohetes y explosiones, pasan al doble en nuestro cuerpo. Sobre todo cuando llega el esperado final… Las cosas se ponen increíbles.
3. Todo se incrementa
Por poco o mucho que sea, cada centímetro de nuestro cuerpo se hace, por lo menos, milímetros más grandes.
4. No hay dolor
Todas las sensaciones negativas físicas que tengas, desaparecen por completo cuando sacudes las sábanas. La mente se ocupa y preocupa por sentir lo que está en el colchón y no por las molestias que ya traigas. Así que las excusas que siempre dicen las mujeres de la migraña, no son buenas excusas realmente. Hasta se pueden curar si lo hacen.
5. Los reflejos
Esos son los encargados de hacer que el cuerpo se mueva solo y para donde quiera cuando el final ha llegado. Las piernitas se tambalean, como venadito recién nacido, y las rodillas tiemblan como si tuviéramos frio; los movimientos de cadera repentinos, todo eso sucede porque el cerebro está pasándola increíblemente bien y está tirando señales para todos lados.
6. A correr al baño
Tu cerebro suspende cualquier otra necesidad para concentrarse y enfocarse en la que le está gustando más. Es muy inteligente, y no quiere que pares…
7. Los rojos
Todo en el cuerpo se pone un poco rojo. Esto sucede porque la sangre está fluyendo muy rápido a través de todo el cuerpo, y la piel se pone de su color. Es como cuando estás haciendo ejercicio cardiovascular. Exactamente igual.
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