
La soberbia es muy peligrosa. Uno está un día en lo más alto, y en esa posición de liderazgo insultante se cree invencible. Pero si hay una lección que la vida nos da una y otra vez es entender lo pasajero de las cosas. Sin llegar a trascendencias espirituales, en el mundo de la tecnología esta muerte por borrachera la estamos viendo con cada vez más frecuencia.
¿Recuerdan a Palm? En su día era la gran referencia en el mercado de las PDA, los antecesores de los smartphones actuales, ¿y BlackBerry? ¿Nokia? ¿Yahoo? Arrieros somos. En esta caducidad de las cosas es imposible mirar hacia otro lado ignorando a Microsoft. Evidentemente, la firma parece haber visto las orejas al lobo a tiempo, y con Nadella al frente, está tomando las medidas necesarias para evitar que la marca se convierta en un dinosaurio, gigante, sí, pero dinosaurio.
¿Qué ha fallado en Internet Explorer para que pase del liderazgo absoluto a una pérdida imparable de usuarios?Internet Explorer ha sido sin duda un buen exponente de esta situación que les hemos descrito: imbatible un día, y hoy buscando el vestuario en tiempo de descuento. Pero ya no hay excusas: Internet Explorer (IE) debe morir.
Este titular tan llamativo lo encontramos en CNN, aunque lo cierto es que las dudas sobre el futuro de IE parecen ya disipadas en internet, que dan al navegador tocado de muerte. No será una decapitación súbita, fundamentalmente debido al considerable número de usuarios que lo utilizan todavía, pero todo parece indicar que la nueva dirección bajo la batuta de Satya Nadella quiere dejar en dique seco el producto y todas su futuras evoluciones. Una muerte dulce que para muchos llega demasiado tarde.
¿Qué ha fallado en Internet Explorer para que pase del liderazgo absoluto a una pérdida imparable de usuarios? Han sido fundamentalmente dos elementos los que han sentenciado a muerte el navegador, y los dos, responsabilidad directa de Microsoft: el primero de ellos ha sido provocado por los constantes problemas de seguridad, circunstancia bien aprovechada por sus rivales, y el segundo de ellos, más grave si cabe, la antipatía granjeada entre los usuarios.
Las percepciones negativas se cargaron el invento
Se puede discutir durante horas el tema de la seguridad de IE, y desde luego, no se trata de un asunto menor. Sin embargo, no ha sido eso lo que realmente ha matado el producto, sino la imagen que poco a poco se ha ido generando en torno a él. En Microsoft, posiblemente embriagados por la seguridad del éxito del producto, se centraron en parchear los diferentes problemas de seguridad que fueron alarmando a los usuarios.

Por fin llegó el día en el que Microsoft logró versiones estables y seguras de IE, y cuando todavía se estaban secando el sudor por el esfuerzo, llegó la sorpresa: Internet Explorer seguía su caída libre en las estadísticas de uso, y a un ritmo preocupante. ¿Cómo era posible que un buen producto (ahora que por fin lo han logrado), sea rechazado masivamente por los usuarios? La firma reconoció por primera vez lo que han llamado una “mala percepción” que no sólo lastra el producto, sino que lo ha sentenciado a muerte definitiva.
¿La solución? Borrón y cuenta nueva: Spartan será el futuro browser de la casa, y llegará limpio de polvo y paja, aunque obligará a Microsoft a empezar de cero.
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