
Se sienta encima de un televisor, o más bien en lo que queda de él. A veces prefiere el monitor de un ordenador de aquellos que antes andaban por casa. Utiliza un destornillador para hacer palanca pero también un martillo para quebrar el plástico y aquellos materiales que ocultan lo que tiene un precio: el cobre, el oro, la plata o el aluminio, entre otros metales. Cuando se trata de cables, ratones, pequeñas piezas o incluso teclados les prende fuego para obtenerlos. Un pequeño alboroto de cables que produce una gran humareda oscura. Se llama Kojo pero también podría ser Joseph, Isaac, Saad... Todos ellos trabajan en Agbogbloshie, el barrio de Accra, la capital de Ghana, donde se encuentra uno de los vertederos tecnológicos más grandes del mundo.
"No nos gusta que vengan a vernos", cuenta uno de dos jefes que dicen controlar todo aquel lugar, "luego en Internet aparecen artículos que llaman a esto con un nombre equivocado [refiriéndose a la palabra vertedero]. Esto es un negocio. Seleccionamos los metales que interesan a otros y se los vendemos". Así funciona Agbogbloshie.
Este lugar es un eslabón más de la cadena en un mundo donde las tecnologías han ocupado ya un lugar central en nuestras vidas. Un mundo donde los países desarrollados demandan cada vez más aparatos que cuando quedan obsoletos tienen que ir a parar a algún sitio. "Existen empresas de reciclado de estos materiales en Europa pero es más caro procesarlos allí. Es más barato enviarlo lejos y por eso los traen a África, sobre todo a Ghana y Nigeria, como si fuera un donativo", explica Emmanuel K. Dogbevi, periodista ghanés interesado en este tema desde que en 2007 escribiera el primer artículo sobre el asunto.
Pero no sólo el norte, también los países del sur demandan tecnología. A ellos les llega a través de la importación desde los países industrializados del norte y muchas veces, como ocurre también con otros productos, como con la ropa, suelen estar ya utilizados. Esta realidad da lugar a que los gobiernos de estos países acepten la llegada de tecnología de segunda mano.
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